Remando en Turkey Creek

Cuando salía de nuestro restaurante italiano local después de cenar hace unas semanas, noté dos caras familiares detrás de nosotros.

Han pasado más de ocho años desde que dejé mi trabajo en el Centro Espacial Kennedy, así que me tomó un momento recordar sus nombres.

Por suerte la pareja aparcó junto a nosotros. Eso me dio tiempo para finalmente decir “Steve y – M”. Sabía que el nombre de la esposa de Steve comenzaba con la letra M, pero no podía recordarlo.

“Mónica”, dijo. Después de muchos años de no vernos, charlamos un poco en el acto.

No pasó mucho tiempo antes de que empezáramos a hablar de caminatas, remar y jugar al aire libre. Sigo sorprendiéndome del vínculo especial que tienen las personas que aman disfrutar de la naturaleza.

Mientras les entregaba una tarjeta de presentación cuando nos íbamos, hablamos de reunirnos en un futuro cercano para remar o hacer senderismo. No pasó mucho tiempo antes de que Monique preguntara si estaríamos disponibles para dar una charla. Remadores de la Costa Espacial Si nos gustaría celebrar una reunión mensual la semana siguiente y remar con ellos, no dudes en consultarnos.

Debido a las habilidades únicas de Steve y Monique, al final del programa del transbordador, fueron rápidamente adquiridos por una de las compañías que respaldaban los escudos térmicos y los sistemas térmicos de reemplazo de la nave espacial. El lunes era día libre para ellos y ya habían planeado ir a remar el Día de los Presidentes.

Sandy y yo presentamos 50 caminatas en Florida Central la semana anterior en nuestro capítulo local de la Florida Trail Association, por lo que acordamos dar la charla nuevamente. Esta vez tendría lugar en Eau Gallie en lugar de Melbourne. Sandy estaba trabajando en nuestro sitio web y me sugirió remar con ellos.

Ha pasado un tiempo desde que tomé uno de mis propios kayaks. Como escritor de viajes, estoy mimado.

Casi todos los viajes de remo que he hecho en los últimos años han sido en grupo y se me proporciona el equipo. Llevo mi propio chaleco salvavidas y remo de fibra de carbono, pero siempre son fáciles de encontrar.

Mis kayaks y portaequipajes se guardan fuera del sitio. Encontré el kayak que quería llevarme, pero faltaban los soportes para kayak. Cuando le conté a Monique mi problema, me ofrecieron prestarme un barco de su pequeña flota. Nos acabamos de encontrar en la entrada.

Remando en Turkey Creek

En una hermosa mañana del Día de los Presidentes, tomé mi equipo y me dirigí a un lugar de trabajo en un lugar en el que nunca había estado antes.

Siguiendo mi GPS, la ruta me llevó por una gran zona residencial en Palm Bay y luego por una calle Parque Goode y Turquía Creek.

Steve y Monique ya estaban allí. Después de años de remar juntos y liderar grupos, son eficientes. Los kayaks estaban fuera de su camión, cargados y listos para lanzarse al agua.

Mientras nos alejábamos de la rampa, comenzamos a remar juntos como lo habíamos hecho durante años. La primera etapa de nuestro viaje de regreso fue por la parte trasera de casas y muelles.

Como estaban en su mayoría a un lado del arroyo, todavía es un poco salvaje.

Usamos este tramo del remo para charlar y ponernos al día un poco. Algunas personas se reúnen con viejos amigos en un bar o restaurante para ponerse al día. Nos pareció natural hacerlo aquí en el agua.

Mientras remábamos bajo un puente, me dijeron que estábamos entrando al Santuario Turkey Creek. El arroyo se convirtió en un camino estrecho y sinuoso con una tortuga en casi cada rama o rama que sobresalía del agua.

Cuando les dije que nunca había visto tantas tortugas mientras remaba, me dijeron: “Esperen. ¡No viste nada!” y tenían razón.

En una curva perdí la pista de veinte tortugas. Estaban tan acostumbrados a los remeros que apenas nos vieron pasar. Como el pasaje era tan estrecho, pasé junto a ellos tan cerca que mi brazada casi los arrojó al agua. La mayoría nunca se inmutó.

Al doblar una curva, vi un cartel que me decía que me mantuviera alejado de los acantilados para evitar la erosión. Nunca esperé ver acantilados de río a lo largo de este remo.

Cuando llegamos a los acantilados que se alzaban sobre nuestras cabezas, con paseos marítimos y una plataforma de observación en la cima, sonreí.

Turkey Creek Sanctuary es un hermoso lugar que se puede admirar tanto desde la tierra como desde el agua. Mientras remábamos más allá de una plataforma de observación bellamente construida en el sitio de lanzamiento de canoas de la reserva, Steve señaló el letrero dedicado a Oli Johnson, un guardabosques retirado que era amigo de ellos.

Detrás de la siguiente gran curva el agua se hizo más ancha y parecida a un canal. Pudimos ver la presa frente a nosotros.

Fue construido para retener agua donde el arroyo se había convertido hace mucho tiempo en una gran zanja de drenaje a través de Palm Bay. Estamos agradecidos de que se detuvieran y dejaran salvaje el resto de esta vía fluvial.

Era hora de dar la vuelta y aprovechar la corriente contra la que veníamos remando contra la corriente. Mientras flotábamos río abajo, vimos algunos caimanes de un metro de largo escondidos en la costa.

Cuando llegamos al canal, detrás de las casas, había un barco de cinco pies de eslora acechando. Este caimán salió rápidamente nadando de la maleza y se dio la vuelta tan pronto como nos vio. Monique dijo: “Eso es bueno. Justo lo que debería hacer cuando vea gente”.

Fue un remo corto pero hermoso. ¿Cómo se supera algo así? ¡Un gran almuerzo en un restaurante mexicano local! No estamos hablando de ningún sitio de comida rápida, pero… El Sombrero en Palm Baylo cual era nuevo para mí.

Cuando pedimos la ensalada de guacamole fresco, la trajeron directamente a nuestra mesa y la prepararon. Un hermoso día en el agua, reencuentro con viejos amigos y un delicioso almuerzo. Yo llamaría a esto un buen feriado por el Día de los Presidentes.

Los remeros de la costa espacial

Dos días después, Sandy y yo llegamos a la reunión del Space Coast Padding Club en la biblioteca de Eau Gallie. El presidente del club no se sentía bien, así que Steve y Monique dirigieron la reunión y nos presentaron al resto del grupo.

Eran un grupo agradable de personas que hablaron sobre sus planes para el “Remo semanal para jubilados” del día siguiente y su próximo grupo a acampar y remar en el río Loxahatchee. Entre los remeros en la sala, fue una agradable sorpresa conocer a Oli, el guardabosques retirado que da nombre a la plataforma de observación en Turkey Creek.

Después de la reunión, un grupo de socios del club se reunieron en un pequeño pueblo italiano, San Remo, a sólo unas cuadras de la biblioteca. Disfrutamos de una agradable cena juntos, lo que nos dio a Sandy y a mí más tiempo para conocer un poco mejor al grupo.

Gracias a Steve y Monique por la genial pala y por presentarnos esto. ¡Remeros de la Costa Espacial!